08 septiembre 2009

Amenazas, lo que viene (II): El universo de las amenazas

En este post voy a publicar la segunda parte del artículo de Jose Miguel Sobrón titulado "¿Está el mundo preparado para la nueva clase de amenazas que llegan?". Me he permitido la licencia de adaptar los títulos con el fin de que cuadren con las divisiones que he hecho. Espero que sirvan de ayuda...

Vamos a explorar el universo real de una forma sencilla. Definamos solo dos dimensiones básicas: Conocido / Desconocido y Probable / Improbable.


Esto automáticamente define cuatro sectores como refleja la figura. Este es el primer momento de acercamiento al problema ya que de todas las posibles opciones vamos a identificar aquellas que son previsibles. Este será el concepto nexo fundamental que siempre marca nuestra tarea, la capacidad de predecir acontecimientos. A posteriori veremos que lo fundamental no es sólo predecir sino combinar la capacidad de predicción con la capacidad de reacción. Analicemos pues sobre estas dos dimensiones las posibilidades de predecir (con éxito claro está).

  • Sector 1: Probable y conocido. Este es nuestro mayor campo de actuación y el que definimos tradicionalmente como “convencional”. No entrare en este momento en el análisis detallado de este sector sino en una mera explicación de las características del mismo para evitar perdernos en el detalle. Incluso siendo el sector más ampliamente conocido de los que vamos a definir, no es ni mucho menos conocido al 100%. Tenemos una idea bastante detallada de su funcionamiento y la mayor parte de sus amenazas se podrían describir como lineales sin cambios de dirección significativos por lo general, hasta 1991, después todo se ha complicado bastante. A partir definitivamente de la caída del muro de Berlín se inicia una serie de procesos cuya tendencia inmediatamente posterior es simplemente incalculable que no impredecible. Desconocemos su dirección y magnitud porque desconocemos lo que podrá controlarlo, la capacidad de reacción. Lo que más nos sorprende de estos fenómenos es su carácter vectorial, su cambio de dirección una vez iniciados por salirse precisamente del área de expectativas previstas no porque nos sean desconocidos sino por la trayectoria inusual o sorprendente.

  • Sector 2: Improbable y conocido. Este es el área en la que los fenómenos que se suceden, por la falta de costumbre, nos sorprenden. No hay una ausencia de casos reales simplemente no les habíamos prestado atención o era irrelevantes para nuestro análisis Los conocemos pero hemos llevado a cabo lo que podríamos denominar una análisis de economía de medios y hemos decidido aparcarlos en al área de puede que pero no creo o si yo lo creo no tengo la suficiente base para explicar mi intuición. Es aquí donde empieza a tomar forma la teoría del shock. Ya entraremos en detalle mas tarde en que consiste esa teoría o teorías Aquí podemos encapsular todo aquello que los clásicos denominan Ciencia ficción: Todo aquello que es imaginable por nosotros (por ende es posible, conocido e improbable) pero que nuestro sentido común o experiencia (raya que define hasta donde puedo llegar defendiendo una opción sin caer en el descrédito social de la comunidad) nos definen como improbable. No siempre son realmente improbables sino inaceptables dentro de los niveles de aceptación general por lo que es más sencillo definirlos así. Aquí somos nosotros mismos quienes decidimos limitar nuestra capacidad de predicción por razones prácticas o simplemente sociales.

  • Sector 3: Probable y desconocido. Esta opción demuestra claramente que la capacidad de predicción del ser humano es bastante limitada. No tenemos el control sobre la capacidad de imaginar o no, simplemente no lo podemos conocer. Esto no es realmente cierto en realidad. Seria mejor decir que la mayor parte de nosotros es incapaz de verlo o siquiera imaginarlo. Sí que hay individuos que han traspasado ese nivel y que son realmente capaces de tener una idea aproximada del concepto. Aquí entra la osadía del individuo en juego para ser capaz de romper la barrera del conocimiento actual y ponerlo a disposición del resto, es lo que se viene conociendo comunmente como “descubrimientos”. Es en este sector donde encontramos los visionarios o privilegiados que son capaces de ir mas allá del resto de todos nosotros para presentarnos sus teorías. Para evitar malentendidos, sirva este ejemplo para marcar la diferencia entre los visionarios innovadores (presenta un trocito del área desconocida a los demás) y los literatos de lo improbable (los que hablan de áreas ya conocidas pero generalmente descartadas por la experiencia o no probadas como válidas). Ambos tienen un mérito incalculable, pero evidentemente diferente en su concepción. No pretendo en absoluto compararlos simplemente definir su área de actuación.

  • Sector 4: Desconocido e Improbable. Todo aquello que pasa al lado de nuestra existencia sin siquiera percibirlo y que además la probabilidad de que suceda a pesar de nuestro desconocimiento es mínima. Este es nuestro mayor agujero en materia de seguridad porque sin lugar a duda será el que provoque estupefacción en los que tengan que reaccionar a la amenaza y se trata de minimizar el tiempo de shock, no seremos capaces de eliminarlo pero si de reducirlo. A diario millones de pequeñas cosas nos sorprenden, pero dado que tenemos una capacidad limitada de procesamiento, nuestro cerebro, consciente e inconscientemente la mayor parte del tiempo, se encarga de aparcarlos para poder ser capaz de mantenernos concentrados en tareas bastante mas básicas de supervivencia, como por ejemplo ser capaces de llegar a tiempo al trabajo sin detenerme en cada sorpresa que me encuentro, pragmático ¿no?.

Hasta aquí lo que el Secretario de Estado Robert Gates define estupendamente con sencillas palabras. Lo que sé que sé, lo que sé que no sé, lo que no sé que sé y lo que no sé que no sé. Impactante y sencilla visión, e impactante el coraje de decirlo a pesar de que no es tan obvio como parece.

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