En el artículo se plantea la inversión en gestión del riesgo como un factor de ventaja competitiva, traducido en la práctica en hechos tan tangibles como contar con un director de seguridad corporativa o de riesgo corporativo en el consejo de dirección. Parece que las empresas que apuestan por el riesgo como ventaja competitiva centran su estrategia de gestión del riesgo en las siguientes líneas de actuación:
- Usar la gestión del riesgo para promover la innovación.
- Desarrollar estrategias de gestión del riesgo para amenazas globales.
- Apostar por la colaboración (real) inter-organizaciones como factor de éxito.
- Confiar en las políticas de gestión del riesto TIC.
Desde mi punto de vista, la filosofía que subyace en estos principios es simple pero efectiva. Por una parte, se gestionan los riesgos de forma "optimista", desde el punto de vista de alguien que tiene "poco" que perder y mucho que ganar. Además, las amenazas se entienden no como algo contra lo que luchar, sino como algo cuya existencia hay que asumir y, si es posible, utilizar en nuestro beneficio. Y a partir de ahí se construyen una serie de políticas de gestión del riesgo que tratan de "obviar" los perjuicios y maximizar los beneficios, nombrando una figura cuyo cometido sea precisamente el de exprimir esos beneficios planteados. Y para que las propias limitaciones de la organización no supongan un obstáculo a las propuestas que se planteen se ligan dichas propuestas a los programas de innovación y creatividad de la compañía. A partir de ahí, las líneas de actuación sobre las que desarrollar las políticas que se definan símplemente tratarán de ser lo más eficientes y eficaces, de forma que se apoyen en programas de colaboración para reducir o distribuir costes y en el uso de las TIC para aumentar el rendmiento de las soluciones que se planteen. Quizás se pueda pensar que son estrategias arriesgadas, pero precisamente estábamos hablando de que la clave era precisamente asumir más riesgos en aquellos ámbitos en los que se puede maximizar el beneficio...
En definitiva, creo que es posible orientar la gestión de riesgos para conseguir que ese alineamiento con el negocio sea algo tangible. Sólo hace falta exprimirse un poco el cerebro, y creo que esta época empresarial que atravesamos puede ser un buen momento...
2 comentarios:
Vamos, lo que viene siendo asumir el riesgo y andando...
Sí, pero no. No es sólo asumir el riesgo, sino utilizarlo en beneficio propio, y hacer de esa asunción de riesgos una ventaja competitiva. No es necesariamente una mayor tolerancia general al riesgo, sino una maximización de la relación riesgo/beneficio en aquellos ámbitos en los que ese aumento de la tolerancia pueda redundar en un mayor beneficio.
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