No hay duda de que Obama, el próximo presidente de los Estados Unidos de América, puede cambiar el mundo. Y no estoy hablando de sus ideas políticas y económicas, sino de una nueva forma de actuar, de relacionarse, de la influencia que puede tener en la sociedad que conocemos su capacidad para utilizar la tecnología. ¿Qué consecuencias puede tener la capacidad de Obama para eliminar las barreras socio-económicas vigentes?
Espero que el primer párrafo del post haya servido para captar la atención de los lectores. No, no quiero hacer un sesudo análisis del impacto social de Obama ni de sus ideas políticas, sino tan sólo una breve reflexión del tremendo potencial que tiene su forma de trabajar, y de los consiguientes riesgos que pueden subyacer bajo ese gran potencial. La reflexión surge de la lectura de un artículo en el que se habla del gran potencial que tiene el uso de las redes sociales por parte de Obama, y sobre el que invito a reflexionar a todos los lectores.
El impresionante potencial que tiene Obama es increíblemente fácil de comprender. Por una parte va a ser una de las personas con más poder del planeta, tanto de forma directa por sus decisiones en EEUU como de forma indirecta por las repercusiones que pueden tener sus opiniones a nivel global. Pero por otra parte también va a ser una de las personas con más capacidad de convocatoria a nivel social dentro de EEUU: millones de partidarios a un solo clic de distancia, predispuestos a secundar cualquier iniciativa que llegue desde su "amigo" presidente (¿quién no lo haría, si el propio presidente de EEUU te pide ayuda a título personal a través de tu Facebook?). Poder "legal" desde lo alto de la pirámide y poder "social" desde el último escalón. ¿No es la situación ideal? Capacidad para llegar instantánea y directamente a las masas y potencial para hacer realidad cualquier iniciativa que se haya propuesto...
El mayor problema desde el punto de vista de la seguridad, más allá de las cuestiones "filosóficas" sobre el buen o mal uso que se puede hacer de tanto poder, es que el riesgo que subyace es proporcional al poder que ostentan estas herramientas. Si una usurpación de la identidad de cualquier persona puede ser algo grave, las consecuencias que se podrían derivar de una usurpación de la identidad de Obama en estas redes sociales podría tener consecuencias desastrosas. Me imagino a millones de personas a las que un supuesto Obama incita a la desobediencia civil porque el congreso no ha aprobado cierta propuesta de ley... y realmente no quiero imaginarme el resultado.
La tecnología es neutra, es el uso que se haga de ella el que la convierte en algo bueno o malo. No obstante, no podemos olvidar que el uso de la tecnología lleva implícita la existencia de ciertos riesgos asociados a ella, y que en este caso siempre son negativos. Por tanto, creo que a la hora de hacer uso de la tecnología, de querer aprovechar sus beneficios, tenemos el deber moral (y muchas veces también legal) de luchar contra dichos riesgos (o al menos evaluarlos y asumirlos conscientemente), de hacer un uso responsable de los medios a nuestra disposición. Quizás este sea uno de los motivos por los que los presidentes de EEUU deben dejar de utilizar su móvil y su e-mail personal. ¿Pasará finalmente Barack Obama por el mismo trámite? ¿Conseguirá ser el primer presidente que no debe cumplir con dichas restricciones? En caso de que esta norma sea extensible a su participación en las redes sociales... ¿Renunciará Barack Obama a ese poder? ¿Renunciará a su propia filosofía de trabajo? Y si consigue mantenerla... ¿Será capaz de hacer un uso seguro de esa tecnología? Y lo que es más importante: ¿Hará un uso responsable de ese poder?
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