02 junio 2009

Seguridad en prensa

Estos últimos días me ha llamado la atención ver cómo algunos incidentes de seguridad han trascendido más allá de los medios especializados y han llegado a la prensa generalista. Puede que sean situaciones un poco anecdóticas, pero también es cierto que a veces este tipo de hechos son formas muy efectivas de difundir al público en general ciertos conceptos que sin la anécdota jamás llegarían a calar.

El primero es la difusión pública de un vídeo porno en una torre de préstamo de bicis. Parece ser que algún hábil pirata informático consiguió acceder al terminal de préstamo de bicis y reproducir el citado vídeo porno en lugar de la aplicación que controla el alquiler de las bicis. Y claro, en plena calle no tardó en ser advertido por los viandantes... hasta que finalmente la policía "resolvió" el incidente tapando la pantalla con unos folios.

El segundo, mucho más desapercibido, es la posibilidad que tuvieron los periodistas de escuchar una conversación privada entre los presidentes de Brasil y Venezuela porque los aparatos de traducción automática se conectaron antes de tiempo. En este caso fueron los agentes de seguridad los que resolvieron el incidente, recogiendo los aparatos repartidos.

Dos simples ejemplos de incidentes de seguridad relacionados con la integridad de la información visualizada en el primer caso y la confidencialidad de la información hablada en el segundo. En conjunto, un buen ejemplo para recordar algunos conceptos básicos, como:
  • Los incidentes de seguridad pueden tener efectos directos sobre temas tan estratégicos como el prestigio y la imagen.
  • Los terminales públicos también deben ser apropiadamente securizados, aunque aparentemente su importancia pueda no ser excesivamente grande.
  • No sólo la información en soporte electrónico es susceptible de ser atacada.
  • Cualquier medio es susceptible de ser utilizado para provocar una violación de la seguridad.

En definitiva, dos buenos ejemplos para utilizar en las típicas charlas de seguridad que a todos nos ha tocado dar alguna vez.

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