15 septiembre 2011

Agua y seguridad

A veces, me encuentro con personas que ponen cara de extrañeza cuando les hablas de mezclar el mundo de la seguridad informática con el de la seguridad "tradicional". Sin embargo, día tras día surgen ejemplos que ponen de manifiesto la importancia de avanzar en esa fusión.

El último caso lo encontramos en Noruega, en el sistema de suministro de agua potable de Oslo. Parece ser que se podía acceder a través de Bluetooth al sistema de control y suministro de agua, utilizando la contraseña 0-0-0-0. Esa sencilla clave, la segunda clave numérica más utilizada según algunos estudios, permitía que cualquiera, símplemente con un móvil con bluetooth, pudiera acceder al sistema, interrumpir el suministro, alterar la presión... En definitiva, tener el control del suministro de agua de la capital de Noruega.

Este sólo es un ejemplo más de que el mundo físico y el electrónico cada vez están más interrelacionados, y de que ya no basta con la seguridad física para proteger apropiadamente las infraestructuras críticas. No obstante, tampoco debemos caer en la tentación (propia del sector TIC, por otra parte) de pensar que ahora lo que cuenta es la seguridad informática, y olvidarnos de la seguridad física o pensar que las preocupaciones al respecto deben ser menores. La verdad es que no es una labor sencilla, por mucho que ahora contemos con una Ley y un Real Decreto que regulan estos aspectos. Y no por el hecho en sí de balancear ambos mundos, sino por tratar de hacer confluir los intereses de dos perfiles profesionales muy diferentes, que nunca se han entendido y que ahora tienen que trabajar en equipo, superando sus egos y prejuicios. ¿Seremos capaces de proteger adecuadamente nuestras infraestructuras físicas? ¿O la próxima noticia contará alguna historia sobre el riesgo que ha sufrido una capital española? Al menos, esperemos que en ese caso no haya sido por mantener las claves de acceso por defecto...

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