La seguridad informática es algo más que una moda pasajera. Empezó por ser una preocupación de organismos relacionados con la "seguridad" civil, de ahí pasó a las grandes multinacionales, posteriormente a las regulaciones y leyes nacionales de los países, y de ahí de nuevo a las empresas, aunque en este caso alcanzando a todo el tejido empresarial. Una evolución clásica, e incluso lógica, diría yo. Difundiéndose desde los sectores más "paranoicos" de la sociedad y en todas direcciones, a través de los entramados económicos y políticos de la sociedad moderna.
Sin embargo, el motivo de esta difusión no es símplemente económico o político. De fondo está motivada por la necesidad de que la seguridad informática se vaya extendiendo progresivamente, porque la inseguridad informática avanza a grandes pasos (y aquí sí que pueden ser más visibles los intereses políticos y económicos, tal y como nos recuerdan los expertos). Algo de esa necesidad hay en la última decisión de la Comisión Europea, que ve con preocupación el continuo crecimiento de los delitos informáticos. Un crecimiento que, sin conocer las propuestas que se presenten a final de año, tengo muchas dudas de que se consiga paliar de forma efectiva con este tipo de medidas. Y el motivo es sencillo: creo que hasta el momento ningún gobierno ni institución ha sabido encontrar una solución que permita que medidas como las que se puedan asociar a la seguridad informática den el último salto: de las empresas a las personas. Este punto, en el que confluyen la vía política y la económica, es la clave para conseguir que cualquier tipo de medida de seguridad informática sea realmente efectiva, y sin embargo es el punto al que en muy pocas ocasiones se consigue llegar.
Cuando intento explicar a algún profano en la materia de qué trata esto de la seguridad informática, siempre le pido que piense en una gran ciudad. Tiene su zona de negocios, su calle con boutiques de última moda, su casco histórico, sus colegios... Pero también tiene sus barrios de chabolas, sus parques mal iluminados, sus bandas callejeras o su barrio rojo. Y todo el mundo tiene muy claro qué se puede encontrar en cada zona, a qué horas no es aconsejable pasear o con qué tipo de gente no se quiere juntar. El problema es que en Internet los barrios de chabolas son tan elegantes como la zona de negocios, no hay zonas mal iluminadas y todo el mundo tiene el mismo aspecto. Y además en esta ciudad "está de moda" ir de "chico malo", y ser de los que "trapichean" con SW o de los que tienen su PC "tuneado" con los widgets más exclusivos.
En resumen, creo que nuestros instintos no nos sirven en Internet, y por eso la mayor parte de la sociedad está tan expuesta a los riesgos de esta "ciudad". Porque la evolución no nos ha preparado para un mundo virtual, y suplir nuestros instintos con formación y concienciación "digital" es una tarea enormemente compleja y prácticamente inabordable. Por eso creo que la seguridad informática debe ser algo más que una moda, que tenemos que ser capaces de superar y olvidar los distintos intereses que han convertido este tema en un negocio, para centrarnos en su verdadera esencia, que tiene que ser conseguir que la sociedad actual alcance el nivel de conocimiento necesario como para poder desenvolverse por esta "ciudad" de forma autosuficiente. Sabremos dar el último salto, y llevar la seguridad informática a todos los PCs particulares, y a todos sus usuarios? El tiempo lo dirá.
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