Para empezar, tratemos de diferenciar entre:
- Incidente: Es cualquier "problema". Si hacemos una analogía con la salud, sería cuando nos duele una muela, o cuando nos han pegado una patada en la espinilla.
- Contingencia: Normalmente hablamos de contingencia cuando pensamos en un incidente grave. En temas de salud, estaríamos hablando de nuestras visitas a urgencias. Tanto si el incidente era grave inicialmente como si se ha agravado con el tiempo, por no resolverlo.
- Crisis: Son incidentes extremadamente graves, que hacen peligrar la continuidad del activo. Estaríamos hablando de una crisis cardiaca, que haría peligrar la vida del paciente.
Como vemos, la diferencia entre esos conceptos es, simplemente, su gravedad. Del mismo modo, hablando de continuidad de negocio tenemos que pensar en términos de "gravedad" o "importancia" a la hora de diferenciar entre conceptos que normalmente se confunden, como son el Plan de Contingencias y el Plan de Continuidad de Negocio.
- Plan de Contingencias: Hablamos de Plan de Contingencias si nos referimos a un documento con planes concretos para problemas acotados. Estaríamos ante una respuesta concreta para cada contingencia, independientemente de la causa. Podemos pensar en un plan que contemple la implantación de un marcapasos para las arritmias severas, entre otras contingencias posibles.
- Plan de Continuidad de Negocio: En este caso estamos hablando de un plan más ambicioso, que garantice la continuidad en caso de crisis. Podríamos pensar en un corazón alternativo, para la persona que sufre del corazón.
En este caso, vemos que las contingencias se resuelven de forma distinta que las crisis. Para una contingencia concreta, la arritmia, usamos un marcapasos. Para otra distinta, como podría ser una obstrucción de las arterias, tendríamos un bypass. Todas estas soluciones constituirían el Plan de Contingencias para el enfermo de corazón. Sin embargo, el Plan de Continuidad de Negocio resolvería todos los problemas utilizando otro tipo de solución, el trasplante, aunque con un coste y unas implicaciones mucho mayores.
Por último, señalar que el ejemplo plantea un plan de continuidad de negocio para un elemento muy concreto de la persona (aunque vital, por otra parte). Esta suele ser una duda muy habitual: ¿Los planes de continuidad de negocio contemplan toda la organización a nivel global o los centros vitales a nivel particular? Estrictamente deberíamos pensar en el primer caso. Sin embargo, la situación más habitual suele ser la segunda opción, más rentable a nivel económico y con un alto grado de eficacia. Así que, como siempre, la decisión final queda en manos de la empresa. Y tendrá que ser evaluada y validada tras un análisis de riesgos...