En estos entornos, artículos como el que me he encontrado hoy (Ciberguerra: los nuevos conflictos armados), conciso y de carácter más bien generalista, me parecen muy apropiados para ayudar a que todo el mundo pueda llegar a conocer un poco más de cerca temas a los que países como Estados Unidos dan la suficiente importancia como para nombrar a un coordinador nacional de ciberseguridad. En el artículo se definen 4 aspectos básicos sobre los que incidir a nivel social, como son:
- La ciberguerra es una realidad: Existe, en nuestro mundo, en la actualidad.
- Las ciberarmas se dirigen a infraestructuras críticas: A través de internet se puede atacar a ordenadores que controlan las infraestructuras de los países (energía, comunicaciones, suministros esenciales, etc.), siendo posible conseguir efectos directos a nivel físico sobre la población.
- La ciberguerra es indefinida: No sólo los posibles atacantes son difusos, sino que los organismos con responsabilidad para hacer frente a esos ataques tampoco tienen suficientemente definidas sus ámbitos y formas de actuación.
- El sector privado es el que corre más riesgo: Existe una gran cantidad de posibles objetivos que no son de propiedad estatal, y por tanto los recursos de defensa ante estos posibles ataques son igualmente privados, sin el argumento de "seguridad nacional" para reforzar las inversiones en medidas de protección.
En definitiva, y centrando el foco en el último punto, el artículo viene a recordar no sólo que los ataques electrónicos son reales, sino que los objetivos pueden ser más cercanos de lo que nos imaginamos. Y es precisamente en este ámbito cercano, en el de las empresas con las que lidiamos día a día, en el que se puede perder la perspectiva. Luz, agua, teléfono, gas... ¿De cuántas compañías depende nuestro bienestar diario? Sin necesidad de que los atacantes accedan a los sistemas centrales de estas compañías... ¿Cuándo perjuicio nos puede causar algo tan básico como que un ataque nos dé de baja de todos estos servicios? Y no hace falta que pensemos en ciberguerras entre países, las "ciberdisputas" a nivel doméstico son tan simples como pasar al mundo de Internet las riñas clásicas entre vecinos. ¿Estamos preparados para lidiar nuestras propias ciberguerras de andar por casa? Puede ser un buen momento para ir pensando en ello...