Estas dos dimensiones temporales van a tener un peso fundamental a la hora de caracterizar los procesos de negocio. Estos aspectos son fundamentales cuando hablamos de Continuidad de Negocio, y sin embargo no se suelen explicitar a la hora de realizar un BIA (Business Impact Analysis, o Análisis de Impacto en el Negocio). De hecho, estos tres serían los parámetros fundamentales para evaluar la "degradación" que provocaría la materialización de una amenaza sobre un proceso de negocio, parámetro que combinado con el "valor" del proceso de negocio (su importancia para la actividad productiva de la organización) nos daría el "impacto" de dicha amenaza. Y si quisiéramos completar el estudio no tendríamos más que evaluar la "probabilidad" de ocurrencia de dicha amenaza y tendríamos como resultado el "riesgo" que supone esa amenaza para ese proceso de negocio, consiguiendo un análisis de riesgos completo.
Pero volvamos sobre el primer análisis. ¿Cómo podríamos parametrizar los procesos de negocio habituales de una organización? Simplificando mucho podríamos decir algo así como:
- Los procesos de venta son de duración muy variable, en función del producto/servicio vendido, pero en general podríamos pensar que están entre 1 día y 1 mes. No tienen una periodicidad pre-establecida, y su frecuencia de ocurrencia podría ir desde la diaria (o incluso menos) hasta muchas (a veces, miles) veces al día
- Los procesos productivos son los de mayor variabilidad, ya que tendriamos desde los de duración de segundos (entrega instantánea de información, como los bancarios o los web) hasta los de duración de días e incluso meses (por ejemplo, la fabricación de maquinaria pesada). No tienen por qué tener una periodicidad establecida, y su frecuencia de ocurrencia depende mucho del producto/servicio producido y de la estrategia de producción (en cadena, en paralelo, secuencial, etc.).
- Los procesos de gestión económica podríamos pensar que tienen una duración de varios días, en general, una periodicidad mensual y una frecuencia de ocurrencia que puede ser diaria.
- Podríamos pensar que los procesos de gestión de personal tienen en general una duración de varios días, una periodicidad variable (dependiendo de las características de la organización puede no tener periodicidad predeterminada) y una frecuencia directamente dependiente del tamaño de la organización.
Esta caracterización de los procesos puede facilitar el diseño de diferentes estrategias de continuidad en función de la tipología de los procesos de negocio soportados. ¿Encajan vuestras estrategias de continuidad con un análisis de este tipo? ¿Son las soluciones adoptadas coherentes con este planteamiento? Ya tenéis tema para la reflexión...